miércoles, 22 de septiembre de 2010

UN SEÑOR UN POCO CORTITO

Salió ayer a darse un paseillo en Es la Noche de Cesar, programa por lo general de gran sentido común pero que, sin que sirva de precedente, desbarró de lo lindo. El sujetillo en cuestión era un di-puta-do de medio pelo de UPN que, sabedor de su nadería, se prodigó en sandeces y candorosas gilipolleces de uso común para defender la propuesta que le dará sus 15 minutos de gloria: la prohibición de los anuncios de prostitución en los medios de comunicación escritos, vamos, los anuncios de masajes.

Desplegó para ello una potencia dialéctica sin parangón, a la altura de un caracol borracho, para entendernos. Este señor, de aspecto típicamente putero -véase, gordito, sudoroso, gafitas y meapilas triple AAA- se apoyaba en un informe que defecó en 2007 el feminismo ultraizquierdista y anticatólico, soporíferamente representado en una de esas Comisiones (cuartos al bolsillo) que proliferan entre las di-puta-das de Iphone a cuenta del populacho y que sostenía, agarraos que hay curvas, que el 95 % de la prostitución en España es forzada. Semejante soplapollez puede soltarla el que sólo haya visto un puticlub en las comedietas de enredo de los albóndigas... o un di-puta-do turbocatólico de UPN. Dios los cría y ell@s se juntan.

Pero ahí no acaba la cosa, no. Ante las más que sólidas dudas sobre la legalidad de una medida absurda y liberticida el caracol no tuvo empacho alguno en reconocer (para tonto yo, mamá) que no tenía ni puta idea sobre el particular y que habían encargado un Informe (otro, por San Al Gore, toneladas de papel y árboles caídos,pero qué poco ecológicos son los imbéciles) al Consejo de Estado (que es básicamente una mesa con muchas sillas en las que se sientan amables viejecillos a echar la siesta) para que les dijesen cómo podían hacer para forzar a los díscolos puteros de papel a corregir su indecente proceder. Y que si no ya buscarían alternativas. Eso, pues que me dictaminan que es ilegal, no se preocupen que para eso están las Cortes de mangas, cambiamos la ley y sanseacabó.


Por supuesto, el clon de Jaimito reconocía que su objetivo último era conseguir una sociedad mejor, y más bonita y de colores, le faltó añadir. Ahora sí que le voy a contestar: no, de ninguna manera, bajo ningún concepto tienes el más mínimo derecho a cambiar nuestra sociedad, ni a imponer por la fuerza tus peculiares concepciones morales ni tus distorsionadas percepciones de la realidad, nos somos plastilina maleable, somos sujetos con capacidad de elección ética y autonomía. Que un conservador diga esas estupideces me revienta las entretelas. Payasete, ¿te has leído a Chesterton o a Oakeshott, por poner a los más cercanos y finos conservadores? Me imagino que no, porque en el colmo del esperpento declaraste que habías sido un adicto a la televisión y que veías mucha. Si ya me parecía a mí...

El cortito, también conocido por Carlos Salvador

jueves, 1 de julio de 2010

EXPAÑOL

Sí, sí, desde el pasado 29 de junio, por saturación y exceso. No es que vaya a quemar mi DNI (aunque ganas las hay, nefando instrumento de control y estabulación social del que pocos y dignos países se libran) ni expatriarme exteriormente, pero sí interiormente. Me declaro ateo de España, increyente de mi nación (con minúscula, sí) y objetor de mi patria.

El porqué. Días ha, el 29 de junio, se escenificó una parodia monumental. Leáse. O recuérdese. Una caterva multitudinaria y amorfa volvía a embadurnarse de banderitas, banderolas, banderotes, insignias y demás parafernalia al uso, no para significar adhesión a un país, sino para regocijarse, refocilarse y disolverse en las venturas y desventuras de un equipo de fútbol, para llorar, reir, emocionarse y, sobre todo rugir, con las vidas y afanes de otros. Ocultando y olvidando su propia vida, haciéndose amorfa (perdón por la redundancia) masa, fingiendo dar importancia al sentimiento nacional para olvidar sus propias miserias.

El fútbol, el Mundial, se han convertido en lo mismo que las tertulias y programuchos hediondos del visceral mundillo rosa, una huida hacia adelante, una brutal escapada del propio mundo, una dejación del yo para experimentar las vidas de otros. "La vida no vivida es una enfermedad de la que se puede morir", decía Jung. Quien quiera entender que entienda, quien desee sentirse ofendido que lo haga, pero he de decirlo: el fútbol es hoy por hoy, refugio para los que desean sentirse deficientes mentales por un tiempo.

Y por otro lado.... Mira tú qué casualidad, el Tribunal Constitucional, después de cuatro años de embarazo, pare el mismo día una Sentencia que ratifica que España ya no es una Nación, al sancionar la mayor parte de un Estatuto que deja a la Constitución hecha unos zorros, violada por todos sus agujeros. Pero eso da igual, ¿verdad? No veremos banderitas, banderolas, banderotes, insignias. No, a todos los que fingían sentimientos hacia su país se la suda lo que le ocurre a ese país. Tenemos una sociedad hemipléjica, lanar y sin capacidad de reacción, que prefiere mirar a otro lado.

Por eso deserto. Seguiré apreciando la Historia y las gestas de España, su contribución a la Civilización y el progreso en muchos campos, pero ya, finito, se acabó. Mi lado anarquista (individualista, sobra decirlo) ha terminado imponiéndose. Mejor, preocupaciones que me quito de encima.

jueves, 10 de junio de 2010

LOS ANIMALES Y NOSOTROS

Los que me conocen saben que, tradicionalmente, por decirlo de un modo pedante, he sostenido una posición filosófica clara en cuanto a los derechos de los animales: negar su existencia si entendemos por tal concepto derechos subjetivos al modo de los reconocidos a los humanos o personas o equiparación plena de unos y otros. Sin embargo, he de reconocer que se trata de una cuestión extremadamente compleja, en la que mantener una posición definida y sólida, inmutable, escapa de mis conocimientos y mi tiempo. Y, sin embargo...

Cabe reconsiderar la postura de uno, o matizarla muy mucho. Lo que ahora postulo, en síntesis, es que los animales merecen protección, deben ser protegidos de las agresiones y maltrato, y debe dárseles un trato (alimentación, alojamiento, higiene, asistencia veterinaria) adecuado. ¿Significa ello que tienen derechos? Conceptualmente no tiene por qué ser así, pero en la práctica equivale a lo mismo. Así que la respuesta es positiva, y daré mis razones y argumentos, que tienen que ver con los animales y, al mismo tiempo con nosotros, empezanado por reconocer un hecho básico y nada problemático:

Mi cambio de postura ideológica tiene que ver con mis experiencias personales o se haya motivado por esas experiencias, lo cual no le resta un ápice de fuerza argumentativa. Tántas veces la luz de la práctica nos lleva a reconsiderar concepciones viciadas o simplemente lugares comunes a los que nos hemos acostumbrado acríticamente. Es sano, mentalmente, dejarnos impulsar por lo que sentimos para revisar lo que pensamos. Me atrevería a decir que, incluso, es un imperativo intelectual. Pero al quid, amigos, los animales deben ser protegidos:

- Por sentido de la responsabilidad. Los consideremos o no cosa ("res", en derecho), nadie obliga a nadie a tener un animal. Nuestros actos nos obligan a ser consecuentes y coherentes. Y al "adoptar" a un animal, asumimos una serie de obligaciones, aunque sea para con nosotros mismos. Libertad y responsabilidad, queridos. Lo primero sin lo segundo es profundamente destructivo. Por trazar un claro paralelismo, para ciertos anarquistas, los hijos son "propiedad" de los padres, y no se sostiene que quepa matar a un hijo.

- No existe derecho natural alguno a maltratar, herir o lastimar, ni a personas ni a animales. Así de clarito, ni siquiera en nuestra tradición jurídica (la occidental, la que viene de Grecia, Roma y el Cristianismo) se equipara a los animales con los objetos inanimados. Son distintas categorías, cosas y semovientes. Y las facultades que podemos ejercer sobre los segundos no incluyen la destrucción, se mire por donde se mire.

- Aunque sean distintos de los humanos, los animales son seres vivos dotados de grados variables de inteligencia, conciencia sentimientos y capacidad de experimentar dolor. Y desarrollan, en muchos casos, ejemplares comportamientos de fidelidad, protección y solidaridad natural, hacia los suyos y hacia los humanos. Esta es una realidad innegable y "material", que nuestros patrones éticos y jurídicos no pueden ignorar y por estricta justicia atributiva, no cabe dar el mismo trato a lo distinto. La realidad se impone y obliga. Ello no significa que los animales sean acreedores de los mismos derechos que los humanos, pero son valiosos (portadores de valor) y lo valioso debe ser protegido.

- El trato cruel con los animales es un comportamiento deplorable, perverso y profundamente peligroso. Me muevo aquí en dos planos: el ético, basado en la sensibilidad moral natural, que repugna de aquel tipo de actos, que rechaza instintivamente la brutalidad gratuita. ¿No seré el primero que habla de los sentimientos morales, verdad? Y la segunda vertiente: por sentido práctico: los individuos sádicos y maltratadores para con los animales son profundamente peligrosos, para todos los que les rodean. Existen estudios más que sólidos que correlacionan el comportamiento violento y profundamente sicótico hacia los animales y hacia los humanos, en una escalada violenta cuasi determinista. En cualquier caso, por sentido de autoconservación, me atrevo a postular que ciertos grados de violencia sádica con los animales obligan a encerrar de por vida a sus autores.

Bueno, muchas gracias por seguirme hasta aquí. Evidentemente, me despido con un nada contenido maullido de satisfacción.

lunes, 17 de mayo de 2010

UN POCO DEL TODO

O de todo un poco.  Me abruma el hastío, por la estúpida y aberrante cotidianeidad, y por lo claro que me resulta lo errado de nuestro camino (¿Camino?), o de esa parte que nos dejan elegir. En culaquier caso, no está mi ánimo para juntar letras sobre nuestra deuda, colectiva y nunca consentida o sobre la epifanía zapaterina. Que les den pero bien dados, hideputas, como diría el sabio contemporáneo.

Así que os invito y conmino a parar un momento junto a mí, a deteneros y, de paso, detener un poco el mundo; no porque vivamos demasiado rápido -¿qué es la lentitud? Cada uno tiene su ritmo, escogido o no, es harina de otro costal. No, es porque no sabemos cómo vivimos ni somos conscientes de lo que hacemos, nos hacemos, ni lo que hacemos a los demás, consecuencia de nuestro ser. Y ello porque nos falta reflexión, un ejercicio, un hacer, muy simple, pero que exige, y mucho, disciplina y concentración. Algo que no es abstracto, ni especulativo, pero que, decididamente, hemos olvidado.

Me refiero, claro es, a la auténtica reflexión, no al marasmo ni la noria mental, que a modo de torbellino, lanzamos sobre nosotros. Y creedme, sé mucho, por propia experiencia, de las trampas mentales, del mantenerse ocupado con barruntos que, a lo menos, son puerilidad estériles y, en el peor de los casos, masoquismo emocionalmente destructivo. Lo estúpido de todo el asunto, y lo que me cuesta entender, es que el miedo no sea siempre ni principalmente la causa de nuestra inacción. Es más la rutina espiritual del hábito consagrado, pero cómodo, lo que nos impide progresar, a través del autoconocimiento y la decisión.

Y de eso se trata, de lo extraordianriamente pragmático que resulta la reflexión, y de su enorme potencial transformador, ahora sí, afrontando con valentía las conclusiones. Tantas veces, si no casi todas, bastan cinco minutos para saber... y moverse. La reflexión exige acción, determinación y sentido.

Baste por hoy. Avanzaremos más en su momento.

Todo esto es muy personal, faltaría más.

HONOR Y FUERZA.

jueves, 29 de abril de 2010

SIN VELOS EN LA LENGUA

El Islam, siempre el Islam. Día a día, gota a gota, nos van comiendo el terreno, arrancando pequeñas (¿pequeñas?) concesiones y obteniendo privilegios con el fin, no sólo de instaurar el "Califato dentro del Estado", sino de extender e imponer tutti quanti, su peculiar régimen jurídico, esa cosa aberrante llamada Sharia, aberrante porque es una alucinación semántica lo de Derecho Islámico.

Porque el conflicto de la niñita y su pañuelito no es una tontería y no es una cuestión de libertad personal.

¿Libertad personal o religiosa? ¡Váyase usted a freir espárragos, hombre! Que la Iglesia Católica, en plan suicida defienda la libertad de la niñita es de traca, pero comprensible, al fin y al cabo creen, alucinada pero coherentemente, que defendiendo una religión defienden la suya, y así frenan la cristofobia zapterina. Allá ellos con su suicidio. Pero que los "civiles" los "laicos" sostengan campanudos que una menor elige voluntariamente portar el hiyab, que es signo de dominación masculina y de incapacidad femenina, y que lo hace como afirmación cultural es de chiste pero malo, malo y peligroso. Ya bastante repugnante resulta observar a las parejas muslimes en nuestras calles: él tan modelno, con sus bermudas y sus zapatillitas, emborrachándose, ciegos a hachis y hartos de putear; y la mujer... dos pasos detrás, ahorcada en su hiyab cuando no en su chador....

... y lo que nos vendrá. Éste que escribe ha podido observar en una céntrica estación de metro berlinesa, al turco de turno con una cosa al lado cubierta con el burka y nadie se escandalizaba. Asco, evidente, es lo que cualquier espíritu sano experimenta. y prevención, porque la pendiente Velo-chador-niqab-burka, es muy muy resbaladiza. Así que nada de tonterías.

Convendrá decirlo clarito. Los creyentes individuales del Islam son igual que todos, pero el Islam es una metareligión perversa, arcaica y destructiva. Es un ideología completa, que regula absolutamente todo, violenta (leed el Corán, sobre todo las suras del último período, cuando Mahoma ya tenía poder), brutalmente machista y racista y con un potencial de hundir los pueblos en los que impera que no tiene parangón: una socieda islámica sólo avanza en la medida en que se seculariza o es protegida por los militronchos (véase Turquía y el Ejército). Si es lo que queremos para nuestra sociedad occidental y liberal, pues mejor que echemos el cierre.

 Otra cosa es que entienda, aunque me repugne, que cedamos por miedo.

Alá nos libre del Islam.

miércoles, 31 de marzo de 2010

CONFESIONES (A)MORALES DE UN LETRADO

Quizá un título excesivo, pero la cuestión lo merece y no deja de tener sus meandros y perplejidades. El busilis es: mucha, demasiada gente, parece asombrarse, si no escandalizarse, de la increíble ceguera moral que (nos) aqueja a los abogados que con cierta asiduidad pastoreamos en el campo del Derecho Penal. La pregunta, que suele hacerse tras unas cuantas copas y a altas horas, es más o menos la siguiente: "¿Cómo puedes defender a esa gente si sabes que es culpable?"

Y, la verdad, es jodidamente difícil contestar a una pregunta-trampa, que presupone muchas cosas: que cierta gente no merece defensa, que el que pregunta tiene claro el concepto de culpabilidad penal, que la Moral ha de coincidir punto por punto con el Derecho, que mi juicio psicológico sobre la sinceridad de mi cliente es inapelable y que la profesión de abogado penalista es hasta cierto punto repugnante. Demasiado para tan poco caletre, con perdón. Pero aún así apuntaré una serie de respuestas provisionales (en forma de diálogo) y una confesión obscena.

Vayamos primero con la obscenidad: cuando el cliente llega por primera vez a mi despacho, y mientras le estoy defendiendo, no me planteo estas cuestiones, ni yo ni la mayor parte de los letrados, y no por razones de profilaxis psicológica, sino por puro instinto vocacional. Claro que me pregunto y le pregunto al cliente si lo ha hecho, más que nada porque la defensa de su asunto debe enfocarse de muy distinto modo en caso afirmativo. Y mi primera y casi única preocupación es: cómo salvo, o minimizo la pena de este tío. Lo que quizá sea visto como inmoralidad yo lo concibo como generosidad, quizá más propia de un mercenario, pero generosidad y entrega, en cualquier caso.

Pero respondamos. Primero, estimado preguntador o preguntadora (aparco la curiosidad estadística de que son las mujeres las que más se preocupan por estos asuntos), supongo que si fueses acusado injustamente de un horible crimen, violar a tu hija de 4 años, pongamos por caso, y todos los indicios apuntasen abrumadoramente que eres culpable, agradecerías que hubiese un abogado lo suficientemente inmoral como para defenderte a capa y espada, aunque no creyese en tu inocencia.

Segundo: cuando defiendes a un ser despreciable, no lo haces contra la víctima, ni contra la Ética o la Moral, sino frente a una cosa un tanto abstrusa llamada ius puniendi estatal. Lo que está en juego no es si el acusado es moralmente culpable, sino si el Estado tiene derecho a ejercitar el derecho a castigar ciertas conductas que él mismo ha definido como prohibidas en un Código Penal, en ciertas circunstancias y a través de un conjunto de mecanismos que se denominan Proceso Penal. Y lo que hago es decirle al Juez o Tribunal que no tiene derecho a castigar a mi cliente, ni más ni menos. Y esto no son abstracciones leguleyas, basta con que te leas el Código Penal y pienses un poquito acerca de la inmoralidad brutal de que se castiguen como delito ciertos actos que no causan daño a nadie (delitos sin víctima) como los de tráfico de drogas.

Y tercero, estimado preguntador o preguntadora: ¿Por qué he de hacerme yo tantas pajas morales y tú ni te planteas la ética en tu trabajo? Vamos, ni te planteas la ética en tu vida cotidiana más allá de un minuto al mes, con suerte. Y a pesar de eso, discuto conmigo mismo y pienso muchísimo en todo esto y sé de muchos abogados que lo hacen, no cuando se enfrentan a un caso, sino después, y de esas reflexiones derivan conductas.

Sé que me dejo muchas armas en el zurrón y que algunos de los que me han planteado esta cuestión no se corresponden con el deformado arquetipo de preguntador que he expuesto (de su sinceridad y moralidad no tengo duda), pero por hoy, baste.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Y EL FEMINARIO SE ALZÓ CONTRA RATZINGER Z (PUTAS Y FEMINISTAS PARTE I)

No confundir a las unas con las otras, so pena de ofender a muchísimas prostitutas de lo más decentes.

Os traigo un texto descacharrante y absolutamente demencial, la Declaración de Córdoba. Son 4 páginas sin ningún tipo de desperdicio. Lo primero que tendréis que afrontar es el horror ortográfico y sintáctico más indescriptible, empezando por diferenciar entre Femininario y Feminario, siguiendo por desentrañar qué coño significa que 500 mujeres se empoderen y terminando por el uso directamente aleatorio de mayúsculas y minúsculas.Si habéis superado semejante reto, y el lenguaje de parvulario MBA, por no hablar de esa construcción arcaica de Considerando y Decidimos (en la más añeja tradición jurisprudencial de Considerandos y Resultandos), estaréis en condiciones de analizar el contenido, que os resumo en 4 ideas-fuerza:

1.- El mundo es civilizado y democrático gracias al Feminismo: las nunca suficientemente empoderadas feminiaristas nos informan de que Todos los avances que han permitido la extensión de derechos en nuestras sociedades han sido propiciados por la agenda de la igualdad impulsada por el movimiento feminista internacional.

Atención, todos, sin excepción, desde la libertad de expresión hasta la abolición de la exclavitud, y se quedan tan panchas. Menos mal que luego extraen la conclusión lógica de todo ello: “Si el mundo fuera una democracia la mayoría absoluta política estaría en manos de las mujeres”. La verdad es que eso suena más bien a amenaza, viniendo de quien viene.

2.- El primer gran problema en el siglo XXI para los derechos de las mujeres es ... el Vaticano. No es una coña, lo juro: las mujeres pedimos que Naciones Unidas acabe con el privilegio de la Santa Sede de ser “Estado Observador Permanente No-Miembro” y limite el estatus que le otorga presencia en las conferencias mundiales con pleno derecho al voto y le permite tomar parte en las discusiones y decisiones de la Asamblea General y participar en agencias, comisiones y comités de las Naciones Unidas.

Y hay que darles la razón, el Vaticano domina la ONU con mano de hierro y en el Consejo de Seguridad no se mueve ni una mota de polvo sin permiso de Ratzinger. De hecho millones de mujeres en todo el mundo no pueden dormir de la preocupación que les causa el privilegio de la Santa Sede de ser “Estado Observador Permanente No-Miembro” (no voy a hacer chistes de curas y no-miembros). Está bien, voy a ser justo, a las que llevan burka no les quita el sueño Ratzinger...

3.- El segundo gran problema es la prohibición del aborto. Porque dicha prohibición causa SIDA: no se pueden objetar los derechos reproductivos de las mujeres ya que esto dificulta un tratamiento adecuado del VIH / SIDA y merma los recursos sanitarios y educativos destinados a las mujeres.

Supongo que el razonamiento que les ha llevado a semejante conclusión, habrá sido del tipo: "Las personas tiene SIDA. Los abortos reducen el número de personas. Luego, los abortos reducen el SIDA". Quizá no os he aclarado que en la jerga feminista derecho reproductivo es igual aborto. En sus rebuscados términos: derechos sexuales y reproductivos en el sentido de que a la hora de tener hijas e hijos mujeres y varones cuenten con la libre y responsable decisión sobre el número yespaciamiento, dispongan de información adecuada, se les reconozca estos aspectos como derechos y sean responsables en el ejercicio de los mismos.

3.- El tercer gran problemas son las putas, que son malas, viles, esclavas y traidoras a todas las mujeres: la práctica de la prostitución, una pervivencia esclavista avalada por la falsa y perversa idea de libre elección, que oculta que la mayoría de las mujeres son traficadas y elude la dimensión simbólica del problema ya que cuando una mujer está vendiendo su cuerpo no sólo vende el suyo sino también el mío, el de todas.

Y es que cuando el feminismo se choca con la prostitución se vuelve directamente tarumba y niega a la prostituta ni el más mínimo atisbo de dignidad o autonomía; es metafísicamente imposible que nadie se prostituya libremente. Sólo les falta decir "puta zorra traidora". Moralismo inquisitorial en estado puro. Libertad al garete. Me reservo un post para narraros la historia de una prostituta de verdad (sin guarradas, no os excitéis).

Y así está el patio. Cierto que hay feministas más listas que las 500 del Femininario, pero sus ideas son exactamente las mismas...

lunes, 1 de marzo de 2010

PUERILIDAD Y PENSAMIENTO DÉBIL

La coincidencia en el tiempo de dos absurdas campañas publicitarias realmente perversas e infantiles viene a ser la enésima confirmación de la profunda imbecilidad que ciertos gruposo o poderes creen que padecemos los ciudadanos, quizá no sin razón.

La primera es de traca: supongo que se creerán muy superoriginales y megaprovocadores mezclando el tabaco con la irrumación. Claro, claro, fumar es ser objeto de una felación forzada, qué bueno. Es la manía de, permitidme el palabro, antropomorfizar las cosas. El tabaco es una persona muy mala que va por la calle atrapando infantes y metiéndoles el humo por la boca. No sé a vosotros, a ni el tabaco, ni el alcohol ni niguna otra droga me ha atacado ni obligado ni amenazado. Ni a mí ni a nadie. Somos totalmente libres para fumar o no. El tabaco no es esclavitud, ni es capaz de nada: lo bueno o lo malo son las acciones de las personas. Personas que toman decisiones. Lo único que se consigue con campañas infantiles de este tipo es  precisamente generar un falso mundo de enfermos donde la debilidad para afrontar determinadas tareas se disfraza con el suave manto de la patología. Campañas infantiles para producir cerebros infantiles.

Y la segunda: perfecto avatar del Pensamiento Guay, del buenrollismo, caballo de Troya del pensamiento mágico, whisfull thinking. Basta con que lo pienses, con que cambies de actitud para que todo cambie, porque en realidad no pasa nada, es que somos unos pesimistas de cojones, así que vistamos la realidad con lindos ropajes, no sea que se nos estropee el cuento. Además, no existen culpables de esta crisis, porque los culpables somos.. ¡¡¡todos!!! Que no nos hemos puesto a pensar y darle al caletre, qué pandilla de vagos y maleantes. Nada de Bancos Centrales provocando una brutal e irreal expansión del crédito. Nada de un sistema bancario con privilegios legales y protegido por el Banco Central...

Ya nos lo dijo ZP, sí es que somos unos antipatriotas.

martes, 23 de febrero de 2010

LE ODIAN DEMASIADO...

... me refiero a los que llamaban el otro día "asesino", "fascista" y "terrorista" a Aznar, ese señor que ya ni es Presidente ni nada. Y la profunda indignación que me produjo (ya pocas cosas lo hacen) no se debía a la profunda banalidad con que los gilipollas de turno y pañuelo palestino tiñen palabras como las dichas, ni de la supina ignorancia que demuestran al llamar fascista al único Presidente que se ha decido limitar su estancia en el poder por decisión propia. Tampoco por constituir el enésimo ejemplo de degradación de la Universidad Pública, que ya hace tiempo no es más que un criadero de burros titulados.

Lo que de verdad me preocupa es el odio, la negación, el ánimo de destruir que destilaban las invectivas de los necios patanes que constituyen el negro futuro que preferiría no tener que experimentar. Lo único que alcanzan es a gritar y escupir, ahí acaba todo, en el pozo del siniestro odio. Como el Diablo, que siempre dice no, lo desconocen todo, y se mueven al impulso de lo que dicta cierta propaganda. No les queda ni siquiera rebledía irracional, porque entonces tendrían los santos huevos de rechazar el poder, el de ahora, claro; y de imaginar algo diferente...

... que es lo que hacía la generación ya de sus abuelos, con el lema manido del "otro mundo es posible". Aunque resultase desastroso, algo era. Estas bestezuelas no saben a dónde van ni quieren ir a ningún lado, son abúlicos existenciales, nihlistas de mercadillo, que se desahogan a grito pelado para salvar su propia angustia y su sensación de nada interna frente al muñeco del pim pam pum de turno.

A pesar de todo, mantengo la esperanza, no la fundada en indicios, racional, no, sino una suerte de esperanza existencial, vaga pero optimista, sé que hay una porción de jóvenes inasequibles al desaliento, animados por una revolución interior que seguro está en marcha. Quizá sea la siguiente generación la única capaz de levantarse para reclamar un poquitín de Libertad. Así que, por los futuros libertarios, gritaré, como he hecho alguna vez:

POR LA LIBERTAD

POR LA MORAL

POR LA DIGNIDAD

¡¡NO MÁS ESTADO!!

Ni universidad pública, para lo que sirve :)

miércoles, 17 de febrero de 2010

AÍDO NOS ENSEÑA EL CLÍTORIS

Y por 26.000 euritos de nada, destinados a subvencionar un estudio sobre elaboración de un Mapa de Inervación y Excitación Sexual en Clítoris y Labios Menores; aplicación en Genitoplastia. Nada más y nada menos.

Lo reconozco, cada vez me pone más Bibiana. No es que sea un bellezón, pero está buenecilla y la increíble obsesión de su Ministerio por las cuestiones gonadales y aledañas es de un punto morboso innegable. Debe ser por aquello de la "erótica del poder". En este punto debo declarar mi entuista adhesión al gasto bibianesco: lo que más necesita España en este momento es una Hoja de Ruta clitoridiana, cuya práctica aplicación, a buen seguro, nos hará olvidar por un momentillo los rigores del frío invierno y la maldita pesadez de la crisis.

Supongo que los resultados de tan sesudo estudio serán convenientemente difundidos en su debido momento, a cargo del Erario Público, por supuesto. Y eso está muy bien, ya era hora de que un Gobierno de Progreso nos enseñase cómo comportarnos en la cama. Es más, debería imponernos un Código de Conducta Sexulamente Correcto cuya contravención fuese duramente sancionada. Por supuesto, habría que contemplar perspectivas de género y discriminación positiva, favoreciendo el orgasmo clitoridiano, eterno reprimido por los milenios de falocracia impuesta.

Por supuesto, que convendría crear un Cuerpo de Inspección Sexual, por oposición, que imagino tremendamente concurrida. Y, claro, para asegurar el cumplimiento de la norma, no habría más remedio que implantar un régimen de licencia administrativa previa para el acto sexual, concedida por los Ayuntamientos y limitada al horario funcionarial de los inspectores. Esto es, sólo se podría follar de 10:00 a 14:00 HH.

Pero no echemos la imaginación totalitaria al vuelo, al fin y al cabo se trata sólo de regalar 26.000 € a una profesora universitaria para que se autoexplore...

sábado, 13 de febrero de 2010

DESPRECIAR A LOS LÍDERES

"Lo único que hace falta para que el mal triunfe es que los hombres buenos no hagan nada", decía el bueno de Edmund Burke. Y eso que él suponía la existencia de un no pequeño grupo de selectos o capaces, por poder o influencia, de hacer frente al deslizamiento hacia el abismo (para él, la Revolución Francesa).

Sin embargo ese deseo es hoy poco menos que imposible, debido al dominio del "hombre-masa" orteguiano, incluso entre las élites, cada vez despreciables y tribales; "castificadas", si se me permite la expresión. Lo que, quizá no sea del todo malo, es más, puede resultar, paradójicamente, nuestra salvación, lo que nos libre de los amos, de aquellos a quienes, con más frecuencia de la que nuestra maltrecha dignidad es capaz de aguantar, acudimos en busca de orientación y solución, de guía en los momentos de zozobra, cuando todo salta hecho pedazos.

La "crisis" ha vuelto más palpable y real la desilusión de muchos con los dirigentes, los (i)rresponsables de nuestros perversos Estados, generando, como siempre ha sucedido, un clamor por la vuelta de una generación de políticos de talla intelectual y moral, que tomen las riendas de nuestras vidas y haciendas y conduzcan la nave a un puerto abrigado. Es, de nuevo, la pulsión del esclavo, tan acostumbrado a obedecer que está dispuesto a aceptar casi cualquier cosa (lo menos malo) a condición de que le permitan (de nuevo la autoridad paternal) refocilarse en los tres o cuatro vicios que el Pensamiento Dominante aún no ha clasificado como retrógrados.

Cuando la solución es bien sencilla y está dentro de nosotros: asumir la responsabilidad de nuestros actos y actuar en consecuencia, tomando las riendas de nuestros destinos (cada uno el que elige, no lo dudéis) y rechazar cualquier otra autoridad que no sea la libre y voluntariamente aceptada en cada momento y para cada acto. Recuperar la autonomía como individuos y reclamar nuestra libertad, hacer a cada uno de nosotros los "hombres buenos" de Burke.

Pero eso exige una transformación radical. ¿Estamos dispuestos a ello?

martes, 2 de febrero de 2010

¿DE QUÉ SE ESCANDALIZA LA GENTE?

Resulta que el Gobierno del Hijo del Viento ha decidido que las pensiones de jubilación ya no se pueden pagar si seguimos con esa costumbre tan hispana de no tener muchos hijos y no trabajar (a la gente la despiden y las empresas quiebran, cosas del azaroso destino, mira tú por dónde) y que hay que ampliar la edad de jubilación a los 67 años y aumentar de 15 a 20 años la base de cálculo de la jubilación. Total, pensiones más bajas, y lo que nos espera, que es más de lo mismo, pero en plan hardcore.

Fenomenal descubrimiento y rotundas medidas que han escandalizado al personal, que, por lo visto, es tonto. Y no será porque un servidor (y mucha gente más, claro, pero el que escribe soy yo y hay que echarse el pisto) no lleve dando la barrila cual Cassandra anarcocapitalista sobre la monumental estafa y la cruda realidad de esta prestación de la Seguridad Social (más SS que nunca). El sistema perverso de pensiones públicas no está en quiebra ahora, lo ha estado siempre, por definición, porque no ahorra nada de nada, porque los que estamos trabajando pagamos a los pensionistas del momento, en proporciones cada vez más alarmantes y no se sostiene sin entrada de nuevos cotizantes que paguen a los viejos cotizantes (ahora jubilados).

Esto es, si estamos de acuerdo en que Forum y Afinsa eran estafas piramidales, ¿por qué nos parece tan supermegachachis las pensiones públicas? La lógica y el funcionamiento es exactamente igual, con una pequeña diferencia: nos obligan a cotizar, mientras que los incautos que inviertieron en las empresas o convolutos que he citado podían decidir, actuaban libremente y asumían un elevado riesgo (consciente o estúpidamente, eso es otra cuestión). Pero con las SS no, ahí estamos atrapados queramos o no.

Y otro detallito sin importancia: en el sistema público de reparto no tenemos absolutamente ningún derecho a percibir una pensión en el futuro, sólo tenemos la obligación de cotizar. Si el gobernante de turno decide, pongamos, reducir en un 90 % la cuantía de las pensiones, pues te jodes y lo aceptas. Lo mismo si se echa el cierre. ¿Y todo lo que has pagado a lo largo de tú vida? Ah, jodío insolidario, ese dinero no es tuyo, nunca lo ha sido, ni son tus ahorrillos. Así de crudo y así de simple.

Y ojo, ojito, con buscar culpables, porque los culpables somos todos, por soportar alegremente la coacción y el engaño estatal y no exigir con dos cojones la privatización de todo el entramado y que nos dejen elegir. Aquí no hay diferencias PP-PSOE, son todos la misma mierda estatista.

Así que, ya sabéis, dentro de 30 años váis a cobrar una puta mierda. Hacéos un plan de pensiones, porque si no...

lunes, 25 de enero de 2010

LA TRAGEDIA NO ES HAITÍ

¿Me lo dices o me lo cuentas? Mientras te tomas el café o degustas (boutade, claro) el primer plato de tu menú del día, que es el tiempo exacto que va a durar tu preocupación o congoja (para los más sentimentales) por los negritos de Haití o las ruinas de Puerto Príncipe. Si acaso, tu espíritu solidario te llevará a ingresar unos eurillos en la cuenta abierta por la superguay entidad de crédito que sea, que irán a parar religiosamente a las arcas del sátrapa de turno; y el banco, que tampoco se va a quedar sin sus comisiones.

Pero si eres normal (normalmente adocenado, quiero decir) no pasarás de hacer algún comentario estúpido y manido o de escandalizarte por la crueldad de Gaia o Pacha Mama, que se ceba siempre con los pobres. ¡Hay que joderse con la Madre Naturaleza, fíjate que no ataca a los petroleros tejanos, si es que tiene una mala leche!

Pues mira, seré yo el raro, el distinto, pero la tragedia, como la llaman los periodistas, como si supiesen griego, no me conmueve lo más mínimo. He pensado sobre ello, preocupado de haberme convertido en un autómata insensible, en un bruto animal de bellota... pero no. Lo natural y lógico es no sentirse concercindo por algo que ocurre tan lejos, con gente que ni conozco ni voy a conocer y por algo (un terremoto) que no es más que un accidente natural del que no existen culpables. Lo normal y lo natural es lo contrario, preocuparse y sentir por el que está al lado, el que vive contigo, el que es tu amigo o trabaja a tu lado; si acaso, por tu ciudad o país. Pero eso...

Es muy complicado, ¿no? Trae problemas y quebrantos, significa implicarse y no está exento de producir daños colaterales. Es mucho más sencillo ahogar nuestra mala conciencia cotidiana en un mar muy muy lejano, en compañía de un sinnúmero de borregos que siguen a pies juntillas las modas periodísticas y televisivas y que jamás moverán un dedo por lo que les importa (ellos lo saben, muy a su pesar).

Esta es nuestra tragedia cotidiana, la tragedia de los imbéciles. Seguid soñando... o no.