martes, 23 de febrero de 2010

LE ODIAN DEMASIADO...

... me refiero a los que llamaban el otro día "asesino", "fascista" y "terrorista" a Aznar, ese señor que ya ni es Presidente ni nada. Y la profunda indignación que me produjo (ya pocas cosas lo hacen) no se debía a la profunda banalidad con que los gilipollas de turno y pañuelo palestino tiñen palabras como las dichas, ni de la supina ignorancia que demuestran al llamar fascista al único Presidente que se ha decido limitar su estancia en el poder por decisión propia. Tampoco por constituir el enésimo ejemplo de degradación de la Universidad Pública, que ya hace tiempo no es más que un criadero de burros titulados.

Lo que de verdad me preocupa es el odio, la negación, el ánimo de destruir que destilaban las invectivas de los necios patanes que constituyen el negro futuro que preferiría no tener que experimentar. Lo único que alcanzan es a gritar y escupir, ahí acaba todo, en el pozo del siniestro odio. Como el Diablo, que siempre dice no, lo desconocen todo, y se mueven al impulso de lo que dicta cierta propaganda. No les queda ni siquiera rebledía irracional, porque entonces tendrían los santos huevos de rechazar el poder, el de ahora, claro; y de imaginar algo diferente...

... que es lo que hacía la generación ya de sus abuelos, con el lema manido del "otro mundo es posible". Aunque resultase desastroso, algo era. Estas bestezuelas no saben a dónde van ni quieren ir a ningún lado, son abúlicos existenciales, nihlistas de mercadillo, que se desahogan a grito pelado para salvar su propia angustia y su sensación de nada interna frente al muñeco del pim pam pum de turno.

A pesar de todo, mantengo la esperanza, no la fundada en indicios, racional, no, sino una suerte de esperanza existencial, vaga pero optimista, sé que hay una porción de jóvenes inasequibles al desaliento, animados por una revolución interior que seguro está en marcha. Quizá sea la siguiente generación la única capaz de levantarse para reclamar un poquitín de Libertad. Así que, por los futuros libertarios, gritaré, como he hecho alguna vez:

POR LA LIBERTAD

POR LA MORAL

POR LA DIGNIDAD

¡¡NO MÁS ESTADO!!

Ni universidad pública, para lo que sirve :)

miércoles, 17 de febrero de 2010

AÍDO NOS ENSEÑA EL CLÍTORIS

Y por 26.000 euritos de nada, destinados a subvencionar un estudio sobre elaboración de un Mapa de Inervación y Excitación Sexual en Clítoris y Labios Menores; aplicación en Genitoplastia. Nada más y nada menos.

Lo reconozco, cada vez me pone más Bibiana. No es que sea un bellezón, pero está buenecilla y la increíble obsesión de su Ministerio por las cuestiones gonadales y aledañas es de un punto morboso innegable. Debe ser por aquello de la "erótica del poder". En este punto debo declarar mi entuista adhesión al gasto bibianesco: lo que más necesita España en este momento es una Hoja de Ruta clitoridiana, cuya práctica aplicación, a buen seguro, nos hará olvidar por un momentillo los rigores del frío invierno y la maldita pesadez de la crisis.

Supongo que los resultados de tan sesudo estudio serán convenientemente difundidos en su debido momento, a cargo del Erario Público, por supuesto. Y eso está muy bien, ya era hora de que un Gobierno de Progreso nos enseñase cómo comportarnos en la cama. Es más, debería imponernos un Código de Conducta Sexulamente Correcto cuya contravención fuese duramente sancionada. Por supuesto, habría que contemplar perspectivas de género y discriminación positiva, favoreciendo el orgasmo clitoridiano, eterno reprimido por los milenios de falocracia impuesta.

Por supuesto, que convendría crear un Cuerpo de Inspección Sexual, por oposición, que imagino tremendamente concurrida. Y, claro, para asegurar el cumplimiento de la norma, no habría más remedio que implantar un régimen de licencia administrativa previa para el acto sexual, concedida por los Ayuntamientos y limitada al horario funcionarial de los inspectores. Esto es, sólo se podría follar de 10:00 a 14:00 HH.

Pero no echemos la imaginación totalitaria al vuelo, al fin y al cabo se trata sólo de regalar 26.000 € a una profesora universitaria para que se autoexplore...

sábado, 13 de febrero de 2010

DESPRECIAR A LOS LÍDERES

"Lo único que hace falta para que el mal triunfe es que los hombres buenos no hagan nada", decía el bueno de Edmund Burke. Y eso que él suponía la existencia de un no pequeño grupo de selectos o capaces, por poder o influencia, de hacer frente al deslizamiento hacia el abismo (para él, la Revolución Francesa).

Sin embargo ese deseo es hoy poco menos que imposible, debido al dominio del "hombre-masa" orteguiano, incluso entre las élites, cada vez despreciables y tribales; "castificadas", si se me permite la expresión. Lo que, quizá no sea del todo malo, es más, puede resultar, paradójicamente, nuestra salvación, lo que nos libre de los amos, de aquellos a quienes, con más frecuencia de la que nuestra maltrecha dignidad es capaz de aguantar, acudimos en busca de orientación y solución, de guía en los momentos de zozobra, cuando todo salta hecho pedazos.

La "crisis" ha vuelto más palpable y real la desilusión de muchos con los dirigentes, los (i)rresponsables de nuestros perversos Estados, generando, como siempre ha sucedido, un clamor por la vuelta de una generación de políticos de talla intelectual y moral, que tomen las riendas de nuestras vidas y haciendas y conduzcan la nave a un puerto abrigado. Es, de nuevo, la pulsión del esclavo, tan acostumbrado a obedecer que está dispuesto a aceptar casi cualquier cosa (lo menos malo) a condición de que le permitan (de nuevo la autoridad paternal) refocilarse en los tres o cuatro vicios que el Pensamiento Dominante aún no ha clasificado como retrógrados.

Cuando la solución es bien sencilla y está dentro de nosotros: asumir la responsabilidad de nuestros actos y actuar en consecuencia, tomando las riendas de nuestros destinos (cada uno el que elige, no lo dudéis) y rechazar cualquier otra autoridad que no sea la libre y voluntariamente aceptada en cada momento y para cada acto. Recuperar la autonomía como individuos y reclamar nuestra libertad, hacer a cada uno de nosotros los "hombres buenos" de Burke.

Pero eso exige una transformación radical. ¿Estamos dispuestos a ello?

martes, 2 de febrero de 2010

¿DE QUÉ SE ESCANDALIZA LA GENTE?

Resulta que el Gobierno del Hijo del Viento ha decidido que las pensiones de jubilación ya no se pueden pagar si seguimos con esa costumbre tan hispana de no tener muchos hijos y no trabajar (a la gente la despiden y las empresas quiebran, cosas del azaroso destino, mira tú por dónde) y que hay que ampliar la edad de jubilación a los 67 años y aumentar de 15 a 20 años la base de cálculo de la jubilación. Total, pensiones más bajas, y lo que nos espera, que es más de lo mismo, pero en plan hardcore.

Fenomenal descubrimiento y rotundas medidas que han escandalizado al personal, que, por lo visto, es tonto. Y no será porque un servidor (y mucha gente más, claro, pero el que escribe soy yo y hay que echarse el pisto) no lleve dando la barrila cual Cassandra anarcocapitalista sobre la monumental estafa y la cruda realidad de esta prestación de la Seguridad Social (más SS que nunca). El sistema perverso de pensiones públicas no está en quiebra ahora, lo ha estado siempre, por definición, porque no ahorra nada de nada, porque los que estamos trabajando pagamos a los pensionistas del momento, en proporciones cada vez más alarmantes y no se sostiene sin entrada de nuevos cotizantes que paguen a los viejos cotizantes (ahora jubilados).

Esto es, si estamos de acuerdo en que Forum y Afinsa eran estafas piramidales, ¿por qué nos parece tan supermegachachis las pensiones públicas? La lógica y el funcionamiento es exactamente igual, con una pequeña diferencia: nos obligan a cotizar, mientras que los incautos que inviertieron en las empresas o convolutos que he citado podían decidir, actuaban libremente y asumían un elevado riesgo (consciente o estúpidamente, eso es otra cuestión). Pero con las SS no, ahí estamos atrapados queramos o no.

Y otro detallito sin importancia: en el sistema público de reparto no tenemos absolutamente ningún derecho a percibir una pensión en el futuro, sólo tenemos la obligación de cotizar. Si el gobernante de turno decide, pongamos, reducir en un 90 % la cuantía de las pensiones, pues te jodes y lo aceptas. Lo mismo si se echa el cierre. ¿Y todo lo que has pagado a lo largo de tú vida? Ah, jodío insolidario, ese dinero no es tuyo, nunca lo ha sido, ni son tus ahorrillos. Así de crudo y así de simple.

Y ojo, ojito, con buscar culpables, porque los culpables somos todos, por soportar alegremente la coacción y el engaño estatal y no exigir con dos cojones la privatización de todo el entramado y que nos dejen elegir. Aquí no hay diferencias PP-PSOE, son todos la misma mierda estatista.

Así que, ya sabéis, dentro de 30 años váis a cobrar una puta mierda. Hacéos un plan de pensiones, porque si no...